sábado, 19 de abril de 2008

¿QUIÉN CONOCE A MELISSA?



¿Quién conoce a Melissa? se pregunta el inefable Carlos Rengifo -mi otrora amigo y viejo diletante de las letras peruanas y, porque no decirlo, un viejo responsable de los pastiches y el seudopanfleto literario, ahora último fichado por Norma con su nouvelle "La Casa Amarilla"-. Después de leer varias veces este artículo sólo puedo decir: "de acuerdo carlitos", muchos "se convierten" en poetas encerrados por error y -también, por supuesto- muchos otros se convierten en narradores escribiendo de los caídos en desgracia. Parece que ese viejo debate de hace 15 años -que de seguro se perdió en la memoria- todavía sigue en la cabeza de esta "Criatura de la sombra"; acaso la lógica puede ser derrotada por razones discursivas. O existe una lógica literaria que quiere imponerse a la realidad domeñándola y reemplazándola por todos los motivos o egos circunspectos del escritor.
Aquí el artículo completo:

¿QUIÉN CONOCE A MELISSA?

x Carlos Rengifo

Bastó un e-mail del novio de la chica para que la mecha se encendiera, y brotara como una espina, y se expandiera por la red como una vociferación de protesta, llenando los corazones primero de sorpresa, luego de incredulidad, finalmente de indignación. El azar la había llevado a Ecuador, en una visita sustituta que la hizo partícipe de una reunión abierta, televisada, y sin embargo los hilos de la prepotencia oficial la iban a cercar como una araña arrincona a una mosca. Tal vez la inocencia le jugó una mala pasada, quizás la buena voluntad le mostró su otra cara; no obstante, no era para que se ensañara tanto con ella. ¿Estaba acaso ya predestinada? ¿Todo la llevaba irremediablemente hacia las garras bufalonescas? Sea como fuere, lo cierto es que ella se encontró de pronto en el lugar equivocado, en el momento equivocado, y la pala temeraria —y ciega— de la militancia la arrastró con toda la carga, la levantó en vilo y la hundió en el pozo frío de la represión.

Voces ajenas se levantaron como si de su hermana se tratara, y helos aquí cerrando el puño y escupiendo a destajo la mala estrella que le tocó vivir a la estudiante universitaria, asidua concurrente de tertulias y recitales literarios. De golpe, cual ventarrón intempestivo, medio mundo se sintió tocado por la suerte de la joven, seguían la pista de su destino y urdían plantones frente a edificios públicos para su inmediata liberación. El agua, que tanta falta hace a los pobres de asentamientos humanos y a los que habitan en la cima de los cerros, fue derrochada por un rochabús una tarde de performance en la que lo que menos deseaban los manifestantes era bañarse. Y los apaleos, empujones, botas en ristre, le dieron a esa tarde la razón para seguir odiando a la tombería y continuar con la rabia.

Abogados, parientes, salieron en defensa de la equivocación, y mientras se esperaban pruebas, pruebas al canto, a la vez que registraban la vivienda de la infortunada joven, el mandamás de los captores justificaba su error. Salía con su mejor perfil en la tele, rodeado de micrófonos, en tanto los flashbacks televisivos mostraban a la muchacha esposada en Aguas Verdes, metida en un automóvil, entrando en una dependencia policial. Youtube lo hubiera tenido entre sus videos más vistos si no fuera porque Amy Winehouse acaparaba la atención entonces; pero lo que sí se vio fue al infatigable maestro Delfín participando en la manifestación, enhiesto como sus esculturas de hierro.

El hecho cruzó fronteras mentales, abrió los ojos de muchos, intelectuales insospechados daban su nombre y DNI a una carta dirigida al presidente, y hasta los borrachitos de Quilca dejaron a un lado sus botellas y se unieron al reclamo, que les salió por la culata porque la bufalonada vestida de Rambo les agrió las cervezas encimándolos y amenazándolos cual si fueran terroristas, cuando el único atentado que podrían cometer era solo contra sus hígados. La rabia creció, mientras la situación de la chica no cambiaba, y se incrementó aún más cuando la trasladaron a Santa Mónica y le implantaron un régimen estricto.

Sola, en la frialdad de cuatro paredes, ahora ella medita, siente, sus ojos se cierran al sonido de los ecos distantes, a la reminiscencia de la libertad perdida. Con apenas cuatro horas de camino en el patio, visitas restringidas y sombra por doquier, su cautiverio en el tercer piso del pabellón C es más duro, más indigno. Para consolarse, quizás, para paliar ese sentimiento contrariado de ira, impotencia y desazón, la joven escribe, se ensimisma, procura trasladar en palabras lo que su voz no puede traducir, y el dolor del encierro la alienta, la desgarra, la hace madurar, en medio de una situación que nunca imaginó, que jamás en su vida se le cruzó por la mente. Ella, que tampoco se imaginó, ni siquiera en sus remotos sueños, que iba a ser lo que ahora es: un símbolo, parte de un sentimiento de privación injusta a la libertad. Y que ahora también, de un modo visceral, en la clausura severa que la induce a replegarse para resistir, en el encuentro obligado consigo misma, maniatada tal vez por su propia indefensión y tristeza, esta joven recluida, desahogándose, se está convirtiendo en poeta.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Rodolfo !
hemos publicado una página sobre Melissa en nuestra Galería. Aquí está
http://www.tlaxcala.es/detail_artistes.asp?lg=es&reference=154

Anónimo dijo...

rengifo odia toda persona o asunto que no lo incluya. Es decir que odia a todo el mundo, porque todo el mundo lo ignora. Cuánto se debe estar pesando de no haber conocido a Melisa y de no haberla defendido en su momento; ahora que ya todos están con ella, a este escribidor solo le queda ponerse contra la corriente. qué pena, qué poca personalidad tiene.

Gabriel

Anónimo dijo...

el misógino de rengifo y su cultura gay cada dìa se hace màs insoportable. Y tú Ybarra eres uno de los culpables. Ahora te haces el inocennte.

Resaka

Anónimo dijo...

Ese rengi9fo y ese Harold Malva sonde la misma especie, nada más que el primero tiene talento literario y el segjndo ambiciones monetarias.

Gabriel Rimachi

Anónimo dijo...

ustedes no eran el duo dinámico, ahora se lanzan escupitajos y se niegan el uno al otro.

MS

Anónimo dijo...

Ya entendí Coral postea esa carta tardía del gordo Harold y tú haces lo mismo con Rengifo. Y todo para que estos dos buenos para nada no queden fuera de sus manchas.

Alfredo Más Arroz

Unknown dijo...

Puta mare, como aprovechan ciertas gentes un asunto tan grave como el de la privación de la libertad de inocentes para atizar viejas broncas, reavivar broncas muertas,llevar agua para su molino, meter su arañón y correr como cobardes, conchesumare...

Ese Ruiz-Ortega (qué huachafo este cholo al juntar sus silvestres apellidos con la ominosa rayita que agregan al patronímico los tontuelos autores de artículos científicos)se empincha ahora con el siempre inefable y pendejerete Carlos Rengifo, cuando lo que aquí vale es que más que tarde que temprano, la Renyi está manifestando (mas que sea con un artículo entre sardónico y acobardado)su oposición a este gobierno de ratas y cabros corruptos. Eso es lo que cuenta, Gabrielito, no tus broncas con Rengifo o con quién chucha sea.

Lo mismo Pancorvo (Pancuervo debería ser) que duda acerca de la autoría de un post porque dizque el señor Jarol (así, Jarol, no Harold, tan anglocagón y colonizante) sigue siendo aprista. No es que defienda a ese señor Jarol, a quien ni siquiera conozco, pero es conocido en todo Quilca y alrededores que el señor Jarol renunció formalmente al PAP y aunque ha publicado un artículo pedigüeño en su blog Contrapodre (suena mejor que Contrapoder, CONTRAPODRE) solicitando a su otrora idolatrado líder Alan García la libertad de Melissa Patiño y los demás encarcelados injustamente,parece que Pancuervo no le cree y recuerda, según propias palabras, una antigua pelea de enamorados. Así no, pe, Pancuervito, a la ex novia se la respeta y no se habla de ella en público. Si cenizas quedaron de un amor ardiente, ve, dile que la quieres (o que la odias con odio jarocho) y reviéntale el orto o métele un tacle, de frente, sin andar amenazando en público como las rosquillas de la Caótica, no es sólo de mal gusto, además es poco caballeroso.

Ciro Alegría y Gregorio Martínez también fueron apristas en sus provincianos años juveniles. ¿Y eso qué? Salvando prudentes distancias con Jarol, ¿acaso por eso se echaron a perder? Ciro se desentendió rápidamente de esa MIERDA ideológica que en esos años era ya el aprismo infestado de traidores, roscas y oportunistas y Gregorio Martínez se desinfectó el cerebro cuando entró a La Cantuta y luego a San Marcos a seguir Educación y una vez bien desparasitados y cuarentenados han legado las obras magníficas que de ellos conocemos.

No defiendo al señor Jarol, tampoco se si el supuesto antiaprismo que se desprende de ese pequeño y simpático post sea cierto o falso, más aún, desconozco si él sea el verdadero autor de ese envío. Lo que se es que no se puede condenar a alguien por errores de juventud provincianos propios de un jovenzuelo ignorantón con pretensiones literarias.

Si Jarol y la Renyi llegaron a esta guerra, Jarol medio obsequiosa y pedigüeña con el delincuente García y la Renyi, un pelín cachacienta (más por cobardía que por sana claridad de ideas) y oscura, pues bienvenidas chicas, prepárense para tonear en el baile de los que sobran, sin querer queriendo, como dijo la Chilindrina, ustedes ya deben estar fichadas por la más grande editorial del país, el tenebroso servicio de inteligencia nacional.

Giuliano Vecco

Anónimo dijo...

El primer "gabriel" es gabriel ruiz-ortega.

el datero

Anónimo dijo...

Comparar a Ciro Alegría y Gregorio Martínez con Jarol Malva es como comparar a un elefante con una rata de alcantarilla. Giuliano Vecco ponte en orden y sé concecuente, por qué defiendes a Thays y te pasas dejando comentarios a favor de este señor.

MCP

Anónimo dijo...

¿Por qué chucha no hablan de este pechito, carajo? Yo seré el rector de Trilce, ah.

Unknown dijo...

Soy claro, no comparo a Ciro ni Goyo con el señor Alva, repito: SALVANDO PRUDENTES DISTANCIAS... No sea usted imbécil estimado "MCP"; por otro lado, ese impostor que defiende a la señora Thays NO SOY YO. Es un mequetrefe que ha visto conveniente escudarse tras mi nombre para mandar sus engañifas.

Giuliano Vecco F.

Anónimo dijo...

Aprovecho la oportunidad para denunciar al miserable Harold Alva. El año pasado él dijo que iba a editarme, me pidió 500 dólares, confié en su palabra y se los di. Y desapareció por más de dos meses, le escribí muchos correos y nunca dio la cara. Se esfumó cual rata de alcantarilla. Luego de esos meses, recibo un mail del señor Alva, al reunirnos me dice que no le interesa publicarme, y me devolvió el dinero.
Al parecer, al aprista de corazón y fujimorista de conveniencia Harold Alva, pide adelantos para invertir en otras cosas. Eso es una falta de respeto.

Anónimo dijo...

oye, sí, qué cholazo esa ortensia -gabriel-. le debe dar verguenza pedir para la combi a sus "padrinos". por eso se peleó con harold pues. pezuñento de porquería.
espía

Anónimo dijo...

Ese aprista ignorante llamado Harold Alva debe andar con miedo por las calles de Lima. Un culo de gente le quiere sacar la mierda, pero no por aprista, si no por pendejo. Ni tu amiguito Morey ni tu hermano te salvarán esta vez, panzón pendejo

Gabriel

RODOLFO YBARRA dijo...

Era previsible, pero en son de lo que llaman "democracia" la sección de los comentarios seguirá abierta (considero que hasta los imbéciles tienen algo que decir).
Los insultos -cuyos ip nos da el origen de estos termocéfalos- me tienen sin cuidado, sobre todo si son faltos de imaginación y reflejos de una frustración evidente. Qué tengo que decir de estos lisiados mentales, simplemente nada.
En cuanto a Harold Alva, les recomiendo su blog personal "Contrapoder". El post es sobre el tratamiento sarcástico de este artículo de Rengifo sobre Melissa Patiño.

Harold S. Alva Viale dijo...

qué decirles a los anónimos cobardes, nada, no te preocupes Rodolfo, sé que tú serías incapaz de insultarme, somos amigos y eso me basta. Para los otros, simplemente mi desprecio.

Harold S. Alva Viale dijo...

Y mi saludo para Giuliano Vecco, oye Giuliano, cuándo unas chelas, las dos primeras van por mi cuenta. Finalmente así pasa la vida en esta ciudad de inocentes fichados como culpables.