martes, 23 de agosto de 2011

POESÍA INTENSA Y "NATURALEZA VIVA" POR JOSÉ LUIS AYALA



Entre la celebrada poeta peruana Rosina Valcárcel y la escritora, luchadora social de origen ruso Désirée Lieven, hay una serie de coincidencias, ideales comunes y formas de querer a los amigos escritores con ideales superiores. Sobre todo un humanismo a toda prueba, una constante lucha para que el mundo cambie y, la vida de las grandes mayorías pobres del planeta no sea tan cruel ni dure más tiempo.

Se trata de dos vidas paralelas que se expresan de diferentes formas, aunque ambas paradigmáticas mujeres hayan vivido en distintos continentes y ciudades, en América Latina (Lima) y Europa (París) ¿Cómo se dan estas coincidencias y formas de ser, si Rosina Valcárcel ha vivido y vive en el Perú y Désirée Lieven vivió en Rusia de niña, de joven y adulta en París? Por lo que se sabe, Rosina Valcárcel conoció a Désirée en un viaje que hizo a París y fue recibida con una intensa admiración y afecto, debido a las referencias que le dieron los escritores peruanos radicados en la capital de Francia.

Quienes han tenido el singular privilegio de ser amigos y concurrían a las tertulias y sabrosas comidas de la casa de Désirée en París, pueden dar testimonio de su generosidad, humanismo y singular amor por el Perú. En efecto, aunque nunca estuvo aquí, luchó con pasión infinita porque se impuso la tarea de defenderlo, frente a un mundo adverso que lo convirtió en una neocolonia económica y política. Así por ejemplo, pueden aseverar esta afirmación Rodolfo Hinostroza, Alberto Quintanilla, Gerardo Chávez, Alfredo Bryce Echenique, Edgar Montiel, Rolando Breña, Germán Carnero Checa, Esperanza Rodríguez Rodríguez (cubana), sobre todo Yaqueline Weller Odín (Yakicha), etc., etc. En lo que a mí se refiere, confieso que era su protegido y como una especie de hijo adoptivo, a quien había que ayudar en los momentos más graves en París.

Pero ese hecho se lo debo a Ernesto More, fue también el nexo para conocer por ejemplo las cartas de Henry Miller, (autor de El trópico de cáncer) visitar a hablar con Elva Huara, Pablo Neruda, Marcos Ana, Alejo Carpentier, Juan Marinello, Wilfredo Lam y otras tantas importantes personalidades de la literatura y las artes.

Rosina Valcárcel se parece a Désirée y Désirée se parece a Rosina Valcárcel. Es que solo mujeres como Rosina Valcárcel que alcanzan a tener una personalidad y liderazgo nítido, carisma e identidad, trascienden su tiempo histórico. Del mismo modo pueden ser inflexibles ante las injusticias sociales como apasionadas y tiernas cuando se trata de defender una verdad. Son muy pocos los escritores o escritoras peruanas y extranjeras que no hayan estado en la cálida casa de Rosina. Todos los luchadores y luchadoras sociales han sido defendidos por ella, de allí es que alguna vez se escribirá un paralelismo entre Désirée y Rosina. En ambas confluyen dos siglos de luchas populares por causas justas. Rosina escribe poesía y prosa lírica, Désirée ha dejado sus “Cuadernos” de los que se han publicado casi la mayoría.

¿Cómo es que se pueden dar tantas coincidencias de ideales, caracteres y comportamiento frente a las injusticias? Désirée conoció y era muy amiga de César Vallejo, quien desde Moscú el 27 de junio de 1928 le envió una postal: Désirée: El paisaje es el mismo pero todo ha cambiado. Cuando esté allí te detallaré mis impresiones, te envío la rosa más hermosa que esta mañana arranqué para ti de mi corazón (1). Fue también amiga de Gonzalo y Carlos More, Anaís Nin, Paul Eluard, Jaques Prevet, Elba Huara, André Malraux (la lista es muy grande).

Defendió a Hugo Blanco para que no lo fusilaran y, desarrolló en toda Europa una intensa campaña para salvarlo del paredón. Rosina ha defendido a los más esclarecidos líderes políticos como a escritores agredidos y apresados por el sistema represivo. Désirée y Rosina siempre han luchado para llenar de esperanzas el corazón de sus pueblos, de los poetas entristecidos, de las mujeres agredidas y presas, siempre les hicieron llegar no solo palabras de aliento, sino muchas veces un pan hecho en el horno de la ternura y con la levadura tierna de sus manos generosas.

Entre Rosina y Désirée hay una “Naturaleza viva” semejante, una correspondencia atávica entre “Dos mujeres” maravillosas, un paradigma donde “No tiene edad la existencia”, un sideral encuentro con “Violeta” para que vuelva a hablar desde la eternidad. También un momento para la “Celebración del sueño” donde Gustavo aparece más joven de lo que es a pesar de los años abolidos.

Debido a la infinita magia de la palabra, Rosina y Désirée nos hacen escuchar la “Divina melodía” cantada por los pueblos redimidos. Pero también es posible ver que “Bombardean Palestina” y los niños de Gasa mueren o pierden sus miembros. Al fondo del viento aparece la “Metamorfosis” del tiempo en el que ambas regresan de las últimas batallas para volver a leer a Vallejo (2).

Coincidentemente cuando leía los Cuadernos publicados por Les amis de Désirée y recordaba su mirada tierna, sus hermosos ojos azules y veía el humo de su infaltable cigarro encendido en la boca, me llega generosamente un libro de poemas de Rosina Valcárcel, cuyo título es “Naturaleza viva”. Colección Premio. Libro de Poesía Breve 2010. Hipocampo Editores. Inmediatamente asocié dos nombres de mujeres extraordinarias a dos mujeres que aunque no se hayan tratado mucho, sin embargo, hay entre ellas una relación de naturaza entrañable viva, pero también: Bajo el frío leve de julio / No hay golondrinas ni carcajadas / Solo esta carta / que busca inútilmente / tus labios / O el silbo de Dios. (3).

Ha valido la pena esperar seis años un libro extraordinariamente escrito como es “Naturaleza viva”, un conjunto de poemas registrados en la vigilia, desde los arrecifes del tiempo detenido, escrito caminando por distintas ciudades enterradas bajo la niebla, entre calles de hojas muertas pero al mismo tiempo llenas de aves y niños. Madurez, plenitud de la poesía, protesta por el bombardeo a Palestina, pero también una infinita ternura, amor sin fin y testimonio de un tiempo letal para escribir poesía. Se trata sin duda de uno de los libros de poesía más importantes escritos en América latina. La crítica literaria casi siempre parasitaria quizá no diga que es así. No importa. Será el tiempo que se encargue de darle a este libro el lugar que le corresponde.

Si Rosina Valcárcel viviera en México o en Madrid, si radicada por ejemplo en Buenos Aires o en Barcelona, la crítica literaria no tardaría en reconocer la evidente calidad de una poesía escrita no solo con limpidez, sino con depurado oficio, textura literaria, con palabras que nombran o designan, con pasión, furia y ternura a la vez. Un rasgo singular es sin duda la plenitud de la madurez del ejercicio literario, también la destreza en el uso de la semántica, la cadencia del ritmo y el esplendor de las metáforas. Por eso es que “Naturaleza viva” pertenece ahora a la mejor tradición de la poesía latinoamericana escrita por mujeres.

Así, otra vez se unen las voces de Désirée Lieven y Rosina Valcárcel para decirnos que no todas las luchas literarias y políticas no han ido en vano, que la historia no ha llegado a su fin y que hay pueblos que se esfuerzan por descolonizar el poder y el uso de la palabra. No es verdad que vivamos el “Fin de la historia” sino los albores de la Independencia de los pueblos invisibilizados, que ahora han salido a las calles y plazas como los aymaras para reclamar el reconocimiento a su existencia, al derecho que tienen al poder político, al uso de la palabra, a la preservación de la naturaleza y a la vida.

Es cierto que Désirée Lieven falleció hace varios años. Basta el hecho de que mientras vivió haya luchado por los mismos ideales de justicia social como Rosina. Pero ahora regresa desde el fondo del tiempo en la voz de sus poemas. Por eso, es imprescindible leer este cautivante libro de poesía mayor sin duda destinado a perdurar a pesar del tempo letal que nos ha tocado vivir.



1.- José Luis Ayala. El cholo Vallejo. Página 78. Editorial Fimart, Lima, 1994.
2.- Los textos entre comillas pertenecen a títulos de poemas de Rosina Valcárcel.
3.- Rosina Valcárcel. Naturaleza viva. Poema El silbo de Dios, página 28.
18 de agosto del 2011.


*José Luis Ayala, es uno de los principales poetas y pensadores de la nación Aymara


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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué sorpresa! Hallar el artículo de JOSÉ LUIS AYALA (y no de MMM, él lo está difundiendo), sobre la hipotética o simbólica relación entre la gran Desirée y Rosina Valcárcel. La conocieron también Héctor Béjar, Julio Dagnino, entre otros. Gracias y saludos cálidos. RV

Anónimo dijo...

Germán Carnero Roqué. También Pablo Paredes y José RosaS Ribeyro la conocíeron. Abracitos, mil gracias. Hay que intercambiar libros y otras señales...R

ALPES dijo...

Excelente artículo. Felicitaciones a Rosina Valcárcel!!!!!

Anónimo dijo...

Mis saludos cordiales y mis mayores respetos al maestro José Luis Ayala, gran poeta aymara.

Basilio Auqui S.

Anónimo dijo...

Texto conmovedor, sensible, fino, cálido, muy expresivo, JL Ayala muestra su pluma...Lo congratulamos. Y a quienes vienen difundiendo el artículo suyo, saludos a Rodolfo por sumarse, hasta muy pronto, gracias a quienes felicitan a RV, CARLOS OSTOLAZA

Unknown dijo...

Me gustó mucho el reconocimiento a Rosina y ese paralelismo con la destacada escritora francesa Desiree en la pluma de José Luis Ayala. Nuestros dos escritores nacionales merecen el crédito que sí reciben en otros países.

Unknown dijo...

Qué gran alegría leer un texto de José Luis Ayala ponderando las virtudes personales y poéticas de la querida Rosina en paralela con la escritora y activista francesa